miércoles, 26 de septiembre de 2012

Once vuelos

Comenzastes a crecer con el mismo entusiasmo que yo tenia de que finalizaran esos 9 meses para arrullarte en mis brazos.
Mi varoncito, alli estuvistes, suave, noble, y tranquilo como tu esencia es. Con tu dedito en la boca, desde el primer dia en que te conoci.
Un año, dos y todos estos han pasado, y es mi gran orgullo decir, que aun hoy permaneces suave, noble y tranquilo como cuando en mi vientre te formabas.
Esa carita redonda, con llanto estremecedor inaguro aquella mañana de Septiempre que inesperada llego.
Pude verte al salir de mis entrañas, y asi mismo oler tu cabecita y sentir tu piel que junto a mi pecho se arrimaba e impreganada de lagrimas de felicidad daba inicio a esa hermosa etapa de ser mama por segunda vez.
No me canse jamas de verte, ni acariciarte. Tu carita con ojos achinados me miraba sugiriendo que te dijera aun mas y continuara acariciandote.
Te escondias entre creyones y papeles para hacerte entender cuando apenas hablabas.
Luego las palabras fueron tomando forma y tu voz dulce salio con el primer mama.
Asi como te soñe ha sido hasta ahora.
Siempre leal, justo en cada situacion, pese a tu corta edad, extraordinario en sentimientos, mediador de los conflictos, colaborador en alma y pacificador en turbulencias.
Te amo mi niño, te amo cada dia mas. Te amo con toda la fuerza del ser madre y con todas las fuerzas que Dios me da.
Dios te bendiga mi estrella.

2 comentarios:

  1. Bello mi Eli, las palabras fluyen como agua cuando hablamos de un hijo.

    ResponderEliminar
  2. Muy bellas tus palabras mi amor. Un hijo es el regalo más grande que Dios nos da. Un pedacito de cielo, a pesar de los sufrimientos y desvelos que ello conlleva .

    ResponderEliminar