miércoles, 23 de noviembre de 2011

Comprando en familia... no compra familia

En estos dias, la gente va de compra en familia a los supercenter de la ciudad.

Los veo bajar del auto, sonrientes, amables , las parejas se toman de la mano, columpiandolas como cuando eran novios.
Los ni#os felices, se toman a la vez de las suyas, como en cadena, para cruzar hasta la entrada principal del almacen.
En fila, obedientes, con una alegria inigualable y la armonia, poco vista entre ellos, durante los meses anteriores.
Los ni#os ya planeando ver los juguetes para hacer sus cartas a Santa, el Ni#o Jesus, o los mayorcitos a los padres.
La familia modelo, la que todos los que van en los demas autos voltean a ver pensando: " Que lindooosss".. u otros diciendole a los demas ocupantes, menores: " estan viendo como van esos hermanitos... ".
La mujer, feliz, primera vez en el a#o que no hace la listica, esa que te pone gringolas y que solo hace que estires el brazo a lo que necesites, para no salirse del presupuesto.
El hombre, con pecho inflado, y bien sonriente, como un pavo real, que expande su cola colorida, bien decorada para pasearse y ser detenidamente admirado, se dispone por primera vez en 11 meses para adentrarse en territorio ajeno.
Como muestra de holgadez metalica, toma un carrito, al instante se detiene y le pide a los hijos que tomen otro, por si acaso, no entra todo en uno. La emocion de abastecer la despensa y el refrigerador es grande, mas que el tama#o de los mismos..
Apenas la mujer escucha: " agarren otro carrito hijos..." se cuelga del brazo del marido, cerrando los ojos con extasis , y con las comisuras de la boca bien arriba,y alzando la pantorrilla con el pie en puntilla, no se si imaginando que cuelga del brazo de su galan favorito, o de solo pensar que llevara a cabo la libertad plena de lo compulsivo que habita en casi toda mujer.
La pareja acuerda comenzar la compra por los alimentos y demas articulos de cocina y aseo personal, con el motivo principal de mantener el control de los hijos, con la frase: " portense bieeenn, sino no vamos a los juguetes.."

La mujer se estrena rapidamente, meter en el carrito como si estuviese en una carrera de ciclismo es lo maximo, mientras el hombre piensa: " Que soltura tiene mi mujer carajo,ya se conoce todo.." Y continua silbando.
Por otro lado, ella pasa de pasillo en pasillo, ahora echando mano a todo eso que tenia en todas las listicas del a#o como pendientes de segunda y cuarta categoria, pero que no dejaban de darle vuelta en su cabeza y ponerlas dentro de la compra apenas pudiese. Pues ha llegado el momento.

Quinto pasillo, ya los ni#os comienzan con los chismes: "mama mira este, mama dile que pare.."
 La madre absorta en el mundo del "shopping" entrego por completo la custodia y potestad de la prole al marido, el cual, mirando el reloj por vez primera, da el aviso: " Por favor pueden parar, que no vamos a los juguetes.." Los muchachos callados, y en el entretanto metiendo mas dulces en el segundo carrito, el cual el padre les habia pedido que tomaran para equilibrar el peso de la compra, pero al no caer ningun articulo del primero, consideraron usarlo a su antojo.

Sexto pasillo, ya la compra se esta prolongando, el hombre vuelve a mirar el reloj, las manos en los bolsillos y la espalda un poco encorvada. Los ni#os comienzan con las discusiones y los lleva y trae de costumbre, entonces el padre, se aproxima un poco a la mujer y voltea hacia atras, con voz gruesa y con tono poco mas elevado dice: " Van a seguirrrr.." con intension de involucrar a la madre en el asunto,  ya obstinado de llevar toda la carga de la muchachera. Pero nada, ella luce relajada.

Ya no entra mucho mas en el  primer carrito y aun faltan dos pasillos.

Ya el hombre empieza a desesperar, a la prole no parece importarle pasar lisos del area de los juguetes. se pegan codazos, se burlan entre ellos, se acusan, ya el padre esta que se tira de los pelos; vuelve a ver el reloj, sube la vista, pasillo siete, piensa, si,  por ese momento piensa: " quien me mandaaaa, tan sabroso que hubiese estado en la casa, con cervecita en mano y viendo el partido.." Si, penso.

Tercera vista de reloj, octavo pasillo, mujer mete y mete, ni#os gritan, pelean, montan el circo en pleno, ella como si nada, el hombre, ya craqueandose los nudillos de sus dedos, controlando el desespero, el tiempo corre, los equipos de sonidos y televisores lo mantienen en control, asi como los juguetes a los hijos.
Se acerca un tanto mas al oido de la mujer, se aclara la garganta y con una voz aun mas gruesa, gira y con mirada punzo-penetrante les dice firmemente a los hijos, " se callaaannn la bocaaaa carajooo, o nos vamos pa'la casa..."
La mujer termina de poner el ultimo articulo, una crema anti-arrugas, y la muchachera ni bola con la amenaza de su padre. Ella voltea y transformada, con la misma cara de bruja que en la casa, y sin prejuicio alguno de pena ajena, expresa a grito, pagandose y recibiendo el vuelto: " Saben como es la vaina?... Nos vamos pa'la casa.. ahora estan contentos? ".
La prole proclama una segunda oportunidad, pero es omisa para los padres. La madre dispuesta encuentra primer puesto en una caja, y con desicion y rapidez, pone cosa por cosa en la banda electrica, los bips, cada vez mas seguidos, llaman la atencion del marido, quien cuando se percata ya su mujer esta colocando lo ultimo que habia en el segundo carrito y sin mirar, con la misma premura de llegar y ganar la carrera, cuestion en si de no permitir a su galan sacar alguno de todos esos productos elegidos a mano abierta. Mientras el bip de cada articulo continuaba repiqueteando en su cabeza, volvia a pensar:
 " esta si es brava.. claro se hizo la loca con los carajitos, compro hasta mas no poder, y cuando termino de colmar el carrito ahi si puso fin al asunto.. yo sin televisiones, equipos de sonido, y encimna pasando tarjeta..que brios."
Finalmente, la cajera anuncia el monto a pagar: " son $975,95 menos los cupones $970,95 en total"
La mujer feliz, le dice: " viste papi, cuanto nos ahorramos, mira todo lo que llevamos.." El tipo no haya como mantener el poco pecho que desarmo el agobio y el susto al escuchar la cantidad a pagar; decirle a la cajera que rectificara o comenzar a sacar los productos de la compra de las bolsas, ni de vaina, hombre que se respeta no llora cuando paga. Sus ojos engrandecidos aun por el anuncio, a parpadeos y temblandole el pulso, mete una mano en el bolsillo de la nalga derecha del pantalon, tratando de sacar la billetera, que costaba salir, no por la cantidad de dinero, sino por la estrechez del bolsillo. Atado de pies y manos, con los dedos de los pies cruzados pidiendo suerte, porque las manos sostenian la cartera, extrajo la trajeta que penso tenia mas saldo disponible, aunque esto no con absuluta certeza, su estimado habia excedido un tanto, pero como decirle a su mujer delante de ese gentio la situacion, tremendo escandalo.
Finalmente desliza la tarjeta por el dispositivo, no escucha el BIP que anuncia el pago de la compra, suda frio, mira a la persona de atras, sonrie, y sube los hombros y mueve la cabeza de manera negativa, como queriendo decir, esta tecnologia es un rollo, el de atras sonrie, pero con presion, trillando los dientes de tanta espera.
BIP, se escucha, fue un momento glorioso en la vida de ese hombre, no le importo si su credito quedaria rayado, ese BIP habia sonado y la pantalla decia: transaccion aprobada. De inmediato volvio a hinchar su pecho, su postura de pavo real ahora, era flamante, ruidosa, motivando al resto de la clientela verlos salir con par de carritos repletos y la orgullosa capacidad de pago de aquel hombre que con disumulo y mientras alzo su brazo para recibir la factura, secaba el sudor con la manga de la camisa.
Una vez fuera de la tienda, ya todos en el auto, rumbo a la casa, el hombre frustrado, desarmo por completo su pose erguida y desafiante, los ni#os llorando por el castigo, pero la madre contenta por la compra a 360 grados de vision.
Llegan y empiezan a desembarcar el monton de bolsas hacia la cocina.
Cuando se disponian a desembolsar lo adquirido por los ni#os, el marido con voz firme dice: " Mira, fulanita, no me saquen nada de esas bolsas, ma#ana mismo vas y las devuelves,aqui tienes la facturita;  y me das el dinero, que me voy para Best Buy el Viernes Negro a comprarme aunque sea un microfono, no joda.

Que bonito salir a comprar en familia en estas fechas, verdad?